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Wikipedia - Atlante Fútbol Club

El Atlante Fútbol Club es un club de fútbol mexicano que milita en la Liga de Expansión. Fue fundado el 8 de diciembre de 1918 en la Ciudad de México[2][3]​ por el líder obrero Trinidad Martínez, su hermano Refugio y Agustín Pérez. Disputa sus partidos como local en el Estadio de la Ciudad de los Deportes, y los colores tradicionales de su uniforme son el azul y el granate.

Identificado popularmente como El equipo del pueblo, por el origen social de sus fundadores, que integraban sectores de las capas populares (obreros y comerciantes) en barrios humildes de la Ciudad de México.

Cuenta en sus palmarés con 5 títulos de Liga, 3 de Copa México y 2 de Campeón de Campeones; en el ámbito internacional obtuvo en dos ocasiones la Liga de Campeones de la Concacaf.

Es el equipo con mayor cantidad de mudanzas, ya que cambió de ciudad en seis ocasiones: De la Ciudad de México a Querétaro en 1989-90 (descendió y en Segunda División regresó al D.F.), de la Ciudad de México a Nezahualcóyotl en Apertura 2002, de Nezahualcóyotl regresó al D.F. en Clausura 2004, de Ciudad de México a Cancún en Apertura 2007, y finalmente regresó a la Ciudad de México en Apertura 2020. Estos sucesos y el mal desempeño del club en los últimos torneos mermó el notable respaldo popular del que gozó.

Salvo cuando compartió la propiedad del Estadio Azteca, nunca contó con un estadio propio; rentó los parques Alianza, Asturias, España y Necaxa; de la misma forma se estableció cuatro veces en el Estadio de la Ciudad de los Deportes (1947-57, 1983-96 incluso renombrándolo Azulgrana, 2000-02 cuando ya era llamado Azul y a partir de 2020, retomando el nombre original.), también rentó el Estadio de Ciudad Universitaria, el Corregidora, el Neza 86 y el Andrés Quintana Roo.[4]

History

Fundación

Durante la segunda década del siglo XX el fútbol, hasta entonces practicado exclusivamente en los clubes deportivos británicos y los colegios privados de Ciudad de México, comenzó a popularizarse en las colonias populares, periferias y fábricas de la capital mexicana. Algunos dueños de estas últimas, comenzaron a improvisar pequeños torneos en los que los empleados debían poner en alto el nombre de la compañía. Una de estas empresas era la fábrica de calzado Excelsior, que organizó incluso una competencia de aficionados. Uno de los trabajadores de este lugar era Trinidad Martínez, que había descubierto la práctica del fútbol, luego que él y sus compañeros presenciaran un partido detrás de la reja de un club deportivo cercano.

Desde luego, la precaria situación económica y el único deseo de competencia deportiva, imposibilitaron oficializar cualquier intento de conformar un club que participara de manera formal en algún torneo organizado o de aficionados. Si bien desde 1916, Martínez y un grupo de amigos se reunían en los llanos de la colonia Condesa para disputar encuentros informales, nunca contaron con un acta constitutiva del equipo.

Fue fundado formalmente el 8 de diciembre de 1918​​ con el nombre de Sinaloa en la Ciudad de México, exactamente en la esquina de las calles Sonora y Sinaloa, por el líder obrero Trinidad Martínez, su hermano Refugio y Agustín Pérez. Después de su primer nombre, cambió al de Lusitania en 1919, de nuevo cambió al de U-53 (en honor a un submarino alemán de la Primera Guerra Mundial) en 1920 y finalmente fue nombrado Atlántico en 1921, en relación con el océano Atlántico; Sin embargo debido a la pronunciación y el empleo coloquial de la palabra, este terminó derivando en Atlante.

Existían dudas respecto a la fecha de su origen debido a que el club nunca ha contado con el acta constitutiva que oficializara su fundación tal y como lo establecían las normas del balompié organizado en México. La duda era aun mayor ya que el 2 de noviembre de 1969, se realizó un festejo por el 50 aniversario (lo que ubicaría su origen en 1919), en el que se homenajeó a antiguas figuras del club durante el medio tiempo del partido frente al Atlas de Guadalajara dentro del torneo de liga. Sin embargo miembros originales del primer equipo atlantista protestaron el acontecimiento, estos fueron Alfonso Zapata, Francisco Borrego Gutiérrez, Jesús Priedero Aguilar, Mario Chávez, Agustín Núñez y Juan Sánchez; quienes aseguraron, como testigos presenciales, que había sido el 8 de diciembre de un año antes (1918) cuando se fundó el club. De hecho la fecha de 1919, en realidad correspondía al ingreso al club del hombre que durante muchos años fue presidente y benefactor de la institución, el licenciado Jesús Salgado.

La corrección fue hecha de tal manera, que incluso el 8 de agosto de 1973, se realizó un partido amistoso en el Estadio Azteca contra Boca Juniors para conmemorar el 55 aniversario (lo que reubicaría la fecha en 1918). La duda reapareció el 18 de abril de 2006 cuando, sin ninguna prueba documental, periodística o testimonial, se develó una placa en la colonia Condesa, ubicando esa fecha como la del 90 aniversario del club, en gran parte quizá, guiada la entonces directiva por el testimonio del hijo del antiguo dueño y benefactor el general Núñez, quien aseguraba la fecha de fundación en el 30 de mayo de 1916, dato propuesto sin exactitud, pues el 30 de mayo era el natalicio de su padre.​​​

Primeros años

El 13 de febrero de 1921, el Atlante debuta en el campeonato de tercera categoría de la Liga Nacional derrotando al Unión dos goles a cero. En el certamen también participaron el España-IV, Excelsior, Guerra y Marina, Luz y Fuerza III y Tohtli. El 22 de mayo de 1921, finaliza el campeonato y el Atlante se ubica en el segundo lugar detrás del campeón España.

En 1922, el cuadro azulgrana se muda a la Liga Mexicana donde es aceptado para participar en el campeonato de segunda fuerza junto con Asturias, Germania, Internacional, Guerra y Marina y México.

Tras algunos conflictos, el equipo de los llanos de la Condesa decide trasladarse a una nueva Liga organizada por Pablo Alexanderson y patrocinada por la casa comercial Spaulding cuya inscripción era de $10.00 por $50.00 que pedía la Federación Central.

Como bicampeón de la Liga Spaulding, también conocida como Liga Nacional, en agosto de 1926, el Atlante es invitado para participar en el torneo eliminatorio para obtener a la selección que representaría a México en la primera edición de los Juegos Centroamericanos a celebrarse en el país.

El equipo prietito golea siete a dos al Toluca, luego derrota al campeón de primera fuerza, América, dos a uno y enfrenta en la final al club México en una serie de tres encuentros. Con algunos refuerzos, los rojillos ganan dos de los tres desafíos ante las protestas atlantistas, pero nunca se formó la selección al cancelarse el torneo de fútbol centroamericano.

El 25 de febrero de 1927 con una derrota 4-0 frente al cuadro chileno de Colo Colo, realiza su primer encuentro amistoso de carácter internacional. Después, ese mismo año, con un triunfo 2-1 sobre América supera la prueba impuesta por la Federación Mexicana de Fútbol, y con eso logra su inclusión en Campeonato de Primera Fuerza para la temporada 1927-28. Debutó el 9 de octubre de 1927 en condición de visitante y con un empate a dos tantos frente al Club Necaxa.

El 31 de enero de 1931 asociado con los equipos del Asturias, Marte, Germania FV y México inaugura el Parque Alianza.​​

La época dorada

Durante casi dos décadas, Atlante constituyó, si no el más exitoso, por lo menos si uno de los más fuertes competidores de la Liga Mayor. A la par de la naciente dinastía necaxista de los 11 hermanos, y del poderío de clubes como España o América, el Atlante de los años 1930 forjó una especie de empatía con el público de la clase proletaria, que lo popularizó a tal grado de adquirir su célebre apelativo de Equipo del Pueblo, esto claro por qué su escasez de recursos y problemas financieros contrastaban con su nivel futbolístico; arrastre popular correspondido con resultados notables en los torneos de Liga y Copa.

En esta época participaron en el club, varios de los mejores delanteros que jugaron en la entonces llamada Liga Mayor. Comenzando con uno de los mejores jugadores mexicanos de esos tiempos Juan Carreño, campeón de goleo en 1931-32, célebre por ser el primer anotador de la selección mexicana en competencias oficiales, pues fue el quien marco los primeros tantos nacionales en el Torneo Olímpico de Ámsterdam 1928 y en la Copa del Mundo de Uruguay 1930. También estuvo en el club Dionisio Mejía el primer anotador de un hat-trick para la selección mexicana, y que fuera campeón de goleo con el equipo en 1928-29. Y finalmente Alberto “Caballo” Mendoza y el español Martí Ventolrà campeones de goleo en 1939-40 y 1940-41 respectivamente. Claro, mención aparte merece el máximo goleador durante más de cuarenta años en la institución y sin lugar a dudas el mejor jugador y máximo ídolo atlantista: Horacio Casarín.

El primer título 1931-32

A pesar de contar ya con una Federación organizada y profesional, y de los pocos pero notorios casos de equipos que empleaban (y por lo tanto pagaban) a destacadas figuras futbolísticas; Atlante representaba todavía el único ejemplo de un equipo enteramente de aficionados a inicios de los años 1930, de tal manera que todos sus integrantes, apenas y dedicaban tiempo a entrenar debido a sus empleos, entre los que había un yesero (Fernando "Patadura" Rojas), un velador (Felipe Rosas), un mecánico (Dionisio Mejía), un sastre (Manuel Rosas) y un zapatero (Rafael "La apipizca" Guirán), entre otros. El equipo dirigido por el español Miguel Tovar Mariscal en la temporada 1931-32 estaba compuesto en su cuadro titular por el portero Luis Garfias, los defensas Paco Islas y Manuel Rosas, los mediocampistas Felipe Rosas, Rafael Guirán y Agustín Mendoza y los delanteros Felipe Olivares, Nicho Mejía, Gabriel Olivares, Fernando Rojas y Juan Carreño. Varios de ellos jugadores de las selección nacional que había participado en el Torneo Olímpico de Ámsterdam 1928 y la Copa del Mundo Uruguay 1930.

El campeonato fue una lucha cerrada entre Necaxa, Asturias y el conjunto azulgrana. La primera vuelta terminó con electricistas y asturianos empatados con 11 puntos, por 10 del equipo atlantista. Durante el receso, los prietitos alcanzaron notoriedad y fama en el medio nacional al vencer a varios equipos extranjeros que visitaban el país, sobresaliendo sus victorias sobre el Bella Vista de Uruguay integrado por nueve jugadores campeones del mundo dos años antes; y el Sportivo de Buenos Aires que incluía a elementos subcampeones del mundo. Con ese impulso de ánimo, el equipo remontó la desventaja al inicio de la segunda vuelta y llegó a la jornada final con 22 puntos, los mismos que Necaxa. La última jornada los enfrentó el 14 de agosto con resultado final de 3-3, lo que obligó a una serie de tres partidos de desempate los días 21 y 28 de agosto, así como el 4 de septiembre, con la particularidad de desarrollarse todos en el Parque Necaxa. A pesar de ello Atlante venció en el primer duelo 3-2, empató a un tanto el segundo y finalmente el 4 de septiembre de 1932 con gol de Juan Carreño se proclamó campeón del fútbol mexicano con marcador 1-0. A partir de ese momento con Necaxa se construiría una de las más fuertes rivalidades del fútbol mexicano, y quizá la primera entre dos cuadros compuestos en su mayoría por mexicanos.​​

Protagonismo y llegada del Coronel Núñez

La lucha por el título entre Necaxa y el equipo del pueblo, se mantuvo durante la temporada 1932-33, aunque con un desenlace distinto. Nuevamente el partido de la última jornada los enfrentó empatados ambos en el primer lugar con nueve puntos, por lo que un empate los pondría otra vez en una serie final. Sin embargo el cuadro electricista que comenzaría a ejercer una hegemonía en el fútbol mexicano y sobre el propio Atlante, le ganó con la mayor goleada en contra del club, con marcador 9-0; resultado que hizo innecesaria la serie de desempate. Necaxa se coronó y surgió su dinastía.

Aun así Atlante mantuvo el alto nivel competitivo y nuevamente se ubicó en la disputa palmo a palmo del título de liga, ahora con España y Asturias en la temporada 1933-34, a tal grado que por primera y única vez en la era de la definición del campeonato por puntos se produjo un triple empate en el primer lugar, obligando a desarrollar un triangular de desempate entre los equipos. Atlante terminó en último lugar del mismo al perder los dos encuentros.

El éxito atrajo también problemas financieros a la institución; ya que se volvía más complicado solventar los gastos de traslado, equipamiento, sostener los gastos del Parque Alianza donde jugaba (aunque lo compartía con varios equipos), el paulatino ejercicio profesional de jugadores, especialmente extranjeros que cobraban por sus servicios. Recordando que los clubes funcionaban bajo el esquema de aportaciones de socios, y siendo la mayoría de ellos en la institución, gente de clase trabajadora, difícilmente se podía dar marcha atrás a la crisis. La situación mermó en lo deportivo y el equipo se alejó de la disputa del título las siguientes dos campañas.

Algunas de las decisiones directivas generaron, no solo controversia, sino la salida de muchos de los socios del club. Entre ellas estuvo el despido de la mayor parte de las figuras del equipo, incluidos Dionisio Mejía y Juan Carreño.

Ante todo ello, varios personajes ligados sentimentalmente a la institución, encabezados por el célebre cronista de la época Agustín González “Escopeta”, acudieron a pedir ayuda al Jefe de ayudantes de la Presidencia de la República, el coronel José Manuel Núñez, quien se convirtió en el benefactor del club y adquirió el equipo en su totalidad. Asumió el cargo de dueño y presidente el 30 de noviembre de 1936, la directiva que nombró dio marcha atrás a los despidos y resolvió los problemas financieros de la institución.

En 1938 nombró como presidente de la institución al Ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez quien reestructuró la organización. Durante su gestión se realizó la primera gran contratación del fútbol mexicano al adquirir los servicios del español Fernando García del Asturias por 10 000 pesos en 1939.​​

Segundo título de liga y primero de Copa

A las incorporaciones de los tapatíos “Pirracas” Castellanos, “El pepino” García Solís, “Cazuelas” Grajeda y “El peluche” Ramos, además de la mencionada de “Gavilán” García, se sumaron el exportero del Campeonísimo Necaxa “Pipiolo” Estrada, el mediocampista español Antonio López Herranz, el costarricense Antonio Hutt, el defensa Carlos Laviada, el delantero figura Alberto Caballo Mendoza y la gran figura española de origen catalán Martín Vantolrá; todos ellos dirigidos por el húngaro Luis Grocz, conformaron un eficaz y vistoso plantel que arrasó en el campeonato de liga 1940-41, coronándose con cinco puntos de ventaja sobre la Selección Jalisco y el España. El 8 de diciembre de 1941 con una victoria 5-2 sobre el Moctezuma de Orizaba en el Parque Asturias, Atlante garantizó la obtención de su segundo título de liga.

Durante el torneo de la Copa México 1941-42 el Atlante sostendría su rol protagónico venciendo 5-3 al América y 4-1 al Marte, clasificando a la final, disputado a doble partido contra Necaxa, ambos por jugarse en el Parque Asturias. En el juego de ida, el 13 de septiembre, Atlante ganó 5-3. En la vuelta, el 20 de septiembre de 1942, en una edición más de su rivalidad ante los electricistas (que habían caído en una aparente decadencia), los prietitos vencen al cuadro rojiblanco 5-0 para obtener su primer cetro de la Copa México, los goles cayeron por cuenta de Adalberto "Dumbo" López (2), Gutiérrez y Martín Vantolrá (2); este campeonato le permitió disputar y ganar la primera edición del Campeón de Campeones el 4 de octubre de 1942, donde enfrentó al campeón de liga España. En un partido de muchos goles, los azulgranas vencieron al conjunto hispano 5-4; en una revancha exacta del partido de desempate del torneo de liga 1941-42 en el que ambos equipos empatados en el primer lugar se enfrentaron el 4 de abril y el España había vencido 5-4 a los azulgranas.​​

La mejor ofensiva de la historia

Para la historia ha quedado uno de los registros más significativos en cuanto a marcas o récords del fútbol mexicano. En la temporada 1945-46 Atlante integró la ofensiva más productiva de toda la historia, aquel equipo estableció dos marcas que se mantienen vigentes, y que por la actual duración y estilo de juego de los torneos lucen imposibles de romper. Los azulgranas marcaron un impresionante total de 121 goles. Y es que Atlante anotó en 29 de los 30 partidos que componían dicha campaña, quedándose en cero solo ante Puebla el 14 de octubre de 1945. En total promedio 4.03 goles por encuentro, ambas cifras mencionadas superan cualquier registro del balompié mexicano.

Ese equipo dirigido por Julio Biro, armó un ataque espectacular el que destacaban Horacio Casarín, el tico Rafael Meza, el catalán Martí Ventolrà y los argentinos Mateo Nicolau y Ángel Segura Angelillo. Ellos cinco se responsabilizaron del 86 por ciento de los goles del equipo al sumar 105 de las 121 anotaciones. Mención especial para un mítico delantero que integró este equipo, pero debido a su condición de suplente solo anotó cinco goles, Adalberto López.

Desde la fecha uno el equipo demostró su poderío al golear como visitante 3-10 al debutante Tampico el 19 de agosto de 1945, volverían a anotar diez tantos al vencer 10-4 a Monterrey el 28 de octubre, en otros marcadores memorables le anotaron nueve a San Sebastián, 5 a Guadalajara en dos ocasiones, cinco al América y seis al Marte y al Moctezuma.

Sin embargo, dos paradojas acompañarían al equipo al final de dicha campaña, primero el campeón de goleo no surgió del equipo, dicho honor correspondió al también legendario delantero Isidro Lángara del España que había marcado 40 tantos. Y finalmente, y a pesar de su productividad, el conjunto azulgrana no concreto el campeonato, que recayó en Veracruz, otro equipo que rebaso el centenar de goles (105). Sería la vulnerable defensa atlantista que recibió 80 goles, el factor determinante para que la mejor ofensiva de la historia no se quedara con el título.​

Campeonato 1946-47

Dirigidos nuevamente por el húngaro Luis Grocz, y consolidando la base que venía jugando con el equipo desde el último título en 1941-42, Atlante concreto finalmente el campeonato en la 1946-47 luego de una campaña, en la que, a pesar de iniciar con seis triunfos en los primeros siete partidos, no la definió sino hasta casi el final de la temporada. Con números a la ofensiva menos espectaculares que el torneo anterior (anotó 39 goles menos, pero también disputó dos juegos menos) desarrollo una de las temporadas más sólidas para cualquier equipo campeón (75 por ciento de efectividad) al concluir con 18 triunfos, 6 empates y 4 derrotas, 82 goles a favor y 43 en contra para un total 42 puntos en 28 juegos.

Sin embargo y como hecho anecdótico y muy polémico para la época, cabe decir que el juego que definió el campeonato a favor de Atlante (y concluyera con empate a cero), ante León su más cercano perseguidor, fue disputado el 1 de junio de 1947 en el recién inaugurado Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes (casa del Atlante), cuando tuvo que haberse jugado en la ciudad de León; pero debido a una epidemia de fiebre aftosa que afectaba esa región, lo impidió. Siempre se especuló que el poder del general José Manuel Núñez, cercano al presidente Miguel Alemán Valdés influyó decisivamente para el abrupto cambio de sede, que favoreció al Atlante, que fue conocido entonces como el Campeón de la fiebre aftosa.​

Inestabilidad, sequía en liga y descensos

Bicampeón de Copa

Después de una desastrosa campaña 1948-49 como campeones defensores en la que concluyeron en la posición 14 entre 15 equipos del máximo circuito, el llamado equipo del pueblo sostuvo unas cuantas temporadas más su protagonismo constante de los últimos veinte años siendo subcampeón en 1949-50 y 1950-51, así como un bicampeonato de Copa México en 1951-52 y 1952-53.

En el primer certamen copero vencieron 1-0 al América y 4-2 al Necaxa; la final la disputó el 27 de mayo de 1951 en el Estadio de la Ciudad de los Deportes (que fungía como sede neutral en las finales de la Copa México) con el Guadalajara, al que venció con marcador de 1-0, con tanto de Luis Fernández. En el segundo torneo copero encabezó el grupo "Centro" de la fase grupal, mismo que compartió con América, Necaxa y Marte, alcanzó el primer lugar con nueve puntos producto de cuatro victorias, un empate y una derrota; En el triangular final, jugado en el Estadio de la Ciudad de los Deportes venció en sus dos rivales, primero 3-0 a Guadalajara (dos goles de Norberto Rozas y uno de Raúl de Alba) y concretó el cetro el 6 de abril de 1952 con victoria 2-0 a Puebla (goles de Lucio Gómez y Leopoldo Escandón). Con ese título accedió a la disputa del Campeón de Campeones 1951-52 contra el campeón de liga, el Club León, jugado también en Ciudad de los Deportes (como sede neutral); Atlante obtuvo el trofeo ganando al cuadro esmeralda 1-0 con anotación de Salvador Saucedo.​​

Sin embargo a partir de la temporada 1954-55, el equipo empezó a decaer y situarse como un conjunto de media tabla hacia abajo. La decadencia comenzó en dicho certamen con la disputa de una serie promocional para evitar el descenso, misma que terminó ganando, esto luego de concluir en el penúltimo sitio de la competencia.

Primer descenso

A principio de la década de 1960, en medio de la intrascendencia deportiva, llegaron nuevos problemas económicos ante el envejecimiento de su propietario José Manuel Núñez, quien optó por venderlo en 1966 al empresario litográfico Fernando González “Fernandón”.

El equipo nunca pudo destacar nuevamente bajo esa administración, incluso en 1970-71 pareció retornar al iniciar con un invicto de quince juegos, para luego derrumbarse y no ganar en 16 encuentros consecutivos. Dichos sucesos terminaron desencadenando, a la par de nuevas crisis económicas, una caída de tal magnitud que en la temporada 1975-76 y luego de 49 años en el máximo circuito concretara su primer descenso. Este ocurrió de una manera singular, pues el equipo no concluyó en último lugar de la tabla, sino en penúltimo, por lo que disputó una liguilla por el no descenso ante Atlético Potosino; con la localía en el juego de vuelta a su favor, Atlante cayó 1-2 en el juego de ida en San Luis Potosí, pero no pudo levantarse y luego de un empate a cero en el Estadio Azteca el 29 de julio de 1976, descendió a Segunda División.

Protagonismo en la liga y título de Concacaf

El equipo ascendió inmediatamente al concluir como campeón de dicho sector en 1976-77 el 5 de junio de 1977 al vencer en el Estadio Azteca 2-1 a Querétaro (global 6-3). Sin embargo los problemas financieros continuaban y ponían en riesgo la existencia del equipo, por lo cual “Fernandon” González lo vendió al entonces próspero Instituto Mexicano del Seguro Social, el 19 de octubre de 1978. Con ello el equipo pudo hacerse de figuras notables del balompié mexicano, así como de extranjeros destacados. Una de las figuras que llegaron fue el entonces tetracampeón de goleo Evanivaldo Castro , quien a partir de 1979-80 iniciaría una destacada trayectoria en el equipo azulgrana, desplazando como máximo goleador de la historia (no solo del Atlante, sino del fútbol mexicano) a Horacio Casarín, añadiría tres títulos consecutivos más a su palmarés de cuatro y guiaría, junto con elementos como Ricardo Lavolpe, Eduardo Rergis, Arturo Vázquez Ayala, Eduardo Moses y Rubén Ayala, al equipo a destacadas campañas que concluyen en el avance a la gran final del campeonato de liga 1981-82.

A ella llegó luego de concluir en el liderato general de la competencia, producto de 21 victorias, 11 empates y 6 derrotas, para una producción de 53 puntos y un balance goleador de 62 goles a favor y 31 en contra. Eliminó en cuartos de final a Atlético Español, en semifinales a Deportivo Neza. Con la ventaja a favor del juego de vuelta en casa, el llamado equipo del pueblo ilusionó a su todavía numerosa afición con un nuevo título, sin embargo no contó con enfrentarse a un sorpresivo equipo de Tigres de la UANL, que cuatro años atrás ya había dado la sorpresa de coronarse como visitante en el D.F. ante los Pumas de la UNAM. Luego de perder 2-1 el juego de ida como visitante en el Universitario, el conjunto azulgrana empató el global venciendo 1-0 (gol de Cabinho), esto obligó al alargue y a los consecuentes penales, en los que luego de una mala actuación del portero argentino Ricardo Lavolpe, Atlante cayó 3-1. Aquel equipo estuvo dirigido por la leyenda del club Horacio Casarín.​

Al inicio de la temporada 1983-84 el IMSS decide mudar al equipo del Estadio Azteca (del que era copropietario) al antiguo Estadio de la Ciudad de los Deportes, al que renombró como Azulgrana. Esto en un intento por arraigar identidad entre la afición del equipo con un escenario propio.​

Incluso el éxito momentáneo se extendió más allá, luego de obtener su primer título internacional al ganar la Copa de Campeones de la CONCACAF en 1983, este bajo el mando de Ignacio Trelles. El 10 y 13 de abril de 1983 inició su participación eliminando al equipo guatemalteco Comunicaciones con global 4-2 (2-2 y 2-0), jugándose ambos partidos en Guatemala. Después los azulgranas viajaron a Nueva York para medirse con el New York Pancyprian-Freedoms el 12 y 14 de junio. Los dos cotejos quedaron empatados (1-1 y 2-2). En tiempos extra un gol de “Bonavena” Ramírez le dio el pase a semifinales. En esta fase enfrentaría al Suchitepéquez; El 16 de noviembre hubo empate a dos tantos en Mazatenango y un par de semanas después Atlante liquidó a su rival con un contundente 6-0. La final sería contra el S.V. Robinhood de Suriname. El 22 de enero en el juego de ida hubo empate a uno en Paramaribo (gol de Gonzalo Farfán); y el 1 de febrero de 1984 en el estadio Azulgrana, los atlantistas derrotaron cómodamente a su contrincante con marcador 5-0 (dos goles de Gonzalo Farfán, dos de Ricardo Castro y uno de Eduardo Moses), obteniendo así su primer título internacional.​

A pesar de concluir la campaña 1982-83 en segundo lugar de la tabla, y clasificar a varias liguillas, el equipo ya no pudo superar las instancias previas a la serie final, incluso la crisis económica del IMSS obligó a estos a vender el club a otro instituto público, el Departamento del Distrito Federal en 1984.

La administración del Gobierno capitalino fue intrascendente y gris para la historia atlantista, en la liga 1984-85 no lograron calificar a la liguilla, su máximo logro fue en el Torneo Prode 1985, en el cual llegaron a semifinales, instancia en la que fueron eliminados por el América. Lograron calificar a liguilla nuevamente en el Torneo México 1986, sin embargo ahí recibieron una humillante eliminación en cuartos de final, a manos del Monterrey, al ser vapuleados con un global de 6-1.

En 1987 volvió a ser vendido, esta vez al empresario deportivo José Antonio García, después de dos temporadas y perdidas económicas por la poca asistencia de la afición al Estadio Azulgrana, el directivo decide sacarlo de Ciudad de México, para jugar en Querétaro en el Estadio Corregidora.

Segundo descenso

Durante la campaña 1989-90, ya jugando como locales en Querétaro y a pesar de mantener un plantel con jugadores consagrados, el segundo descenso de la institución se consuma, al concluir en el último lugar de la tabla, un punto abajo del Tampico Madero.

Sin embargo, el equipo azulgrana, otra vez instalado en la Ciudad de México, volvió de inmediato al máximo circuito siendo campeón de la 2.ª División en la temporada 1990-1991 derrotando en la final al equipo de Pachuca el 17 de julio de 1991; luego del doble empate en los duelos ida y vuelta, se jugó un partido de desempate en el Estadio Cuauhtémoc, que también concluyó con igualada, por lo que se definió a través de los tiros desde el punto penal, los azulgrana vencieron 9-8, el último tiro, ya en la ronda de muerte súbita, fue obra de Félix Fernández.

Década de 1990

Título 1992-93

En su campaña de retorno al máximo circuito, la temporada 1991-92 fue muy destacada para el equipo azulgrana que bajo el mando de Ricardo La Volpe, quien fuera portero de este equipo en los años setenta y ochenta, comenzó a desplegar el fútbol ofensivo con el cual se identifica a estos colores. Terminaron como primer lugar de la tabla general, pero fueron eliminados de la liguilla por el Cruz Azul en cuartos de final ante la polémica de un gol anulado que daba el pase a los Potros a las semifinales, con un global de 5-5 donde un gol de visitante del Cruz Azul fue la diferencia. En ese torneo el campeón fue el León.

El novel plantel construido por Lavolpe desde su llegada se consolidó en la temporada 1992-93: Félix Fernández, Raúl Gutiérrez, José Guadalupe Cruz, Wilson Graniolatti, Miguel Herrera, René Isidoro García, Roberto Andrade, Guillermo Cantú, Pedro Massacessi, Luis Miguel Salvador y Daniel Guzmán. Todos ellos alcanzaron el cenit de su potencial futbolístico en el seno de un esquema de juego de resaltaba lo ofensivo y el manejo de la pelota.

Sin embargo, a diferencia de la campaña anterior, el club no contó con un desempeño numérico sobresaliente, de entrada ya había registrado seis derrotas y solo dos victorias a la altura de la jornada 13; no obstante recompuso el paso, concluyó en la posición 10.ª de la fase regular con 14 victorias, 13 empates y 11 derrotas, con un balance goleador de 66 tantos a favor y 55 en contra para una cosecha de 41 puntos. A pesar de su baja posición clasificó de forma directa a la liguilla, sin requerir reclasificación, debido a que ocupó el primer lugar de su grupo, uno de desempeño flojo (sus acompañantes en el sector, Veracruz, Santos, Querétaro y UAT habían terminado 11.º, 17.º, 19.º y 20.º).

En la fase final terminó por desarrollar a plenitud sus sistema de juego para concretar una liguilla destacable. Venció en cuartos de final con global de 5-2 al líder general Necaxa; dio cuenta del campeón vigente León con global de 4-2 y avanzó a la final donde enfrentaría a Monterrey. En aras de contar con mayor afición presente en el juego de ida como local, traslado momentáneamente su sede al Estadio Azteca. El partido jugado el 26 de mayo dio como resultado la victoria atlantista por 1-0 con gol de Daniel Guzmán. Finalmente el 29 de mayo de 1993 se consagró campeón venciendo como visitante al Monterrey con marcador de 3-0, los goles cayeron por cuenta de Wilson Graniolatti y dos de Daniel Guzmán.​

Inicio de los torneos cortos

Después de tener problemas fiscales, José Antonio García, le vende el equipo a Alejandro Burillo Azcárraga en 1996, quien en ese momento formaba parte de Grupo Televisa, además de ser propietario de Grupo Pegaso. Logró buenos resultados en los primeros torneos cortos, llegando a ser el único equipo que en los primeros cuatro torneos cortos se habría de clasificar a las fases finales. En 1998 José Antonio García vuelve a escena, ahora solamente como presidente ejecutivo. Durante los Torneos Invierno 1998, Verano 1999 e Invierno 1999 el conjunto no tiene buenos resultados terminando en las posiciones 12, 14 y 17, en los tres torneos teniendo de técnicos a Arturo Vázquez Ayala y a Ángel Cappa.

Década de 2000

Tercer descenso

En el verano 2000 los Potros tuvieron una de las peores campañas, en las primeras cinco Jornadas el equipo sumaba cero puntos y en último lugar. Zlatko Petricevic fue remplazado por Eduardo Rergis, pero el equipo solo obtuvo dos triunfos, ambos en casa, cinco empates y diez derrotas durante el torneo con 11 puntos y en último lugar de la general.

Una vez más el equipo decayó y se involucró en problemas de descenso, situación que se volvió a dar en el verano 2001, cuando perdió en la carrera de no descender en contra de los esmeraldas del León. El equipo corrió con la fortuna de que la liga estaba por expandirse a 20 equipos, lo cual le dio la oportunidad de jugar dos partidos de "promoción" contra los Tiburones Rojos de Veracruz, que era el equipo con mayor sumatoria de puntos de la primera división "A", (ajeno a los dos campeones que habían disputado la Final de Ascenso 2000-01, Gallos de Aguascalientes y La Piedad), y a los cuales vencieron con global 4-1, evitando la pérdida de la categoría.

Desde ese momento el Atlante recuperó un buen nivel de fútbol, sobre todo bajo la dirección técnica de los exjugadores Miguel Herrera y José Guadalupe Cruz, siendo participantes asiduos de la liguilla por el título en el fútbol mexicano; no obstante lo más lejos que lograron avanzar fue a las semifinales en los torneos Apertura 2003 y Apertura 2004, donde cayeron en contra de Pachuca y Monterrey, respectivamente. En el clausura 2006, bajo el mando del director técnico René Isidoro García, lograron llegar a los cuartos de final del torneo, cayendo ante el San Luis con marcador global de 1-0.

Mudanza y campeón de Liga Apertura 2007

En el 2007, tras las malas asistencias de público en el Estadio Azteca, la directiva decidió mudarse a la ciudad de Cancún. El anuncio se produjo el 14 de mayo de 2007 , concluyendo así una negociación de más de cinco meses.​ El estadio elegido fue el Olímpico Andrés Quintana Roo, que fue remodelado, pasando a tener una capacidad para 20 000 personas. Además, se ampliaron los vestuarios y fueron instaladas tribunas tubulares.

Atlante debutó de buena manera en su nueva casa, recuperando el protagonismo en la fase regular. Concluyó en la 3.ª posición con 33 puntos, producto de nueve victorias, seis empates y dos derrotas, y un balance goleador de 32 a favor y 19 en contra. En la liguilla, los Potros enfrentaron a varios de los clubes con mayor convocatoria nacional, Cruz Azul y Guadalajara en cuartos de final y semifinales respectivamente, venciendo al primero en el global 3-1 y al segundo eliminándolo gracias su mejor posición en la tabla general luego de empate global a uno. En la final se enfrentó a Pumas de la UNAM tras empatar a cero goles en el juego de ida en Ciudad Universitaria, el 9 de diciembre de 2007 en el juego de vuelta en el Olímpico Andrés Quintana Roo, el Atlante consiguió su quinto título de liga luego de vencer a los universitarios 2-1 con goles de Giancarlo Maldonado y Clemente Ovalle.​

Campeón de Concacaf

En la Liga de Campeones de la Concacaf 2008-09, con una plantilla plagada de jóvenes, el Atlante se alzó nuevamente como campeón absoluto del área, en el torneo superó la etapa de grupos encabezando con 11 puntos el sector que compartió con Montreal, Olimpia y Joe Public. Luego con solvencia y tras un cuatro a uno global eliminó al Houston Dynamo, después al Santos Laguna en una semifinal muy apretada por global de 4-3, y se alzó con el título ante el Cruz Azul al cual venció a domicilio con un contundente dos a cero en el partido de ida con tantos de Fernando Navarro y Christian Bermúdez, marcador global que sostuvo con un empate a cero en la vuelta en el Estadio Andrés Quintana Roo el 12 de mayo de 2009.​

Este título le dio el derecho de disputar la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2009, donde se ubicó en 4.º lugar, después de vencer al Auckland City en cuartos de final por 3-0, caer frente al Barcelona en semifinales por marcador de 3-1, y finalmente empatar 1-1 en el partido por el 3.er lugar, con el equipo surcoreano de Pohang Steelers, donde en la tanda de penales, finalmente sucumbió el equipo mexicano.​

2010-presente

Cuarto descenso

Durante 2010, Atlante no tuvo un buen desempeño, llegando incluso a tener problemas de descenso. En vísperas del Clausura 2011, se contrató como director técnico a Miguel Herrera, que en años anteriores había logrado hacer protagonista al Atlante. Sin embargo, el equipo continuó con su mal paso durante los siguientes torneos, y en el Apertura 2013 y Clausura 2014 se jugaría la permanencia ante el Atlas, que ya venía de descender a Estudiantes Tecos y Querétaro. De esta forma, antes de terminar su participación en el Clausura 2014 a manos de los Rojinegros del Atlas, Atlante estaba condenado a jugar el siguiente torneo en el Ascenso MX.

Una vez consumado el cuarto descenso deportivo del club (tercero que se consumaba administrativamente hablando), al tener que jugar en la división de plata del fútbol mexicano, el organigrama del club sufrió cambios drásticos. El propietario del Atlante, Alejandro Burillo Azcárraga, nombró a su sobrino Emilio Braun Burillo como presidente del club, por lo que José Antonio García decidió dar un paso al costado, confirmando la división que sufrió la cúpula del club durante los dos últimos años.​

Liga de Ascenso

Apertura 2014.- Ya ubicados en la Liga de Ascenso MX, el hombre designado para dirigir al primer equipo de los potros sería Gabriel Pereyra, en mancuerna con Gastón Obledo. En su primer torneo en dicho nivel, Apertura 2014, el equipo mostró tener una buena actuación, al tener 5 triunfos, 6 empates y solo 2 derrotas, terminando en la 5.ª posición; sin embargo, terminó siendo eliminado en cuartos de final por su clásico rival, el Necaxa.

Clausura 2015.- El arranque en el Clausura 2015, resultó más que prometedor, al hilvanar 4 triunfos consecutivos en mismo número de juegos disputados, viendo cortada su racha en la jornada 5, al ser vencidos por el Mérida.​ Después de eso, el equipo cambio totalmente, ya que de los 8 partidos restantes, no ganó ninguno, obtuvo solo 1 empate y 7 derrotas. El 6 de marzo, Zacatecas derrota al Atlante 2-0, por lo que Gabriel Pereyra renuncia a la dirección técnica, tras lograr solo 1 puntos de 15 posibles en sus últimos 5 partidos.​

El 8 de marzo se anuncia a Wilson Graniolatti como el nuevo estratega de los Potros.​ Sin embargo, las cosas no cambiaron y el 3 de abril, pierde cualquier aspiración a ascender, al perder con Necaxa 0-1 y quedar matemáticamente eliminado de la competencia, los potros quedan condenados a permanecer por lo menos otro año en el circuito de ascenso. El 23 de abril se hace oficial la salida de Graniolatti y su cuerpo técnico.​

Apertura 2015.- El 30 de abril de 2015, la dirigencia del club hace oficial la contratación de Eduardo Fentanes como nuevo director técnico del primer equipo.​

Califica a la fase final ocupando la sexta posición en la tabla general, producto de seis victorias, cuatro empates y cinco derrotas. Logra eliminar en cuartos de final a Alebrijes de Oaxaca por marcador de 4-3 (global) y en semifinales supera a Lobos de la BUAP con un marcador de 3-3 y favoreciéndose del gol de visitante. El 5 de diciembre pierden la final ante FC Juárez por global de 3-1, habiendo ganado el partido de ida por uno a cero con gol de Carlos Garcés y siendo derrotado en Ciudad Juárez por tres a cero.​

El Club de Fútbol Atlante, conocido simplemente como Atlante, es un club de fútbol mexicano con sede en la Ciudad de México. Fue fundado el 18 de abril de 1916 y es uno de los equipos más antiguos del fútbol mexicano. Atlante ha ganado tres títulos de liga, uno de Copa México y dos de Campeón de Campeones. Además, ha participado en varias competiciones internacionales, incluyendo la Copa Libertadores de América y la Copa de Campeones de la CONCACAF.

Atlante es conocido por su estilo de juego ofensivo y por su gran afición. El equipo juega sus partidos como local en el Estadio Ciudad de los Deportes, que tiene una capacidad de 35.161 espectadores.

La mascota del Atlante es un gato montés, que representa la fiereza y la agilidad del equipo. Los colores tradicionales del club son el azul y el granate.

Atlante es uno de los equipos más populares del fútbol mexicano y cuenta con una gran afición en todo el país. El equipo ha sido campeón de liga en tres ocasiones, en 1947, 1993 y 2007. Además, ha ganado la Copa México en una ocasión, en 1959, y el Campeón de Campeones en dos ocasiones, en 1947 y 1993.

Atlante ha participado en varias competiciones internacionales, incluyendo la Copa Libertadores de América, la Copa de Campeones de la CONCACAF y la Copa Interamericana. El equipo alcanzó la final de la Copa de Campeones de la CONCACAF en 1984 y 2009, pero perdió en ambas ocasiones.

Atlante es un equipo histórico del fútbol mexicano y cuenta con una gran afición. El equipo es conocido por su estilo de juego ofensivo y por su gran capacidad goleadora.